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FRIDA
Frida Kahlo, mujer, amante, esposa, pintora, dadora de vida, compañera, mito y leyenda se convierte una vez más en el motivo principal de mi pintura, de niño me llevaban mis padres a la caza azul y al Anahuacalli (Museo Diego Rivera) , maravillándome con esa mezcla de color y de objetos de tiempos remotos que forman parte de la historia artística y cultural de México, deslumbrado por las calaveras de cartón, las multicolores ofrendas en el Anahuacalli, desde pequeño comenzó a forjarse en mi el interés por la pintura y habiendo leído años después la biografía de Frida Kahlo entre otros temas de la historia del arte, surgió en mi la necesidad de comenzar a pintar.
Hace ya 15 años hice la primera serie de varios cuadros dedicados a Frida Kahlo y Diego Rivera, en una situación completamente diferente anímicamente en mi vida, me vi en la necesidad de pintar para sobrellevar la agonía de mi abuelo, que en ese año de 1998 tuvo un derrame cerebral, al cual lo atendí durante un año en cama con todo lo que eso implica. Luego de su fallecimiento deje de pintar por 14 años, regresando años después en el mes de agosto (mismo mes en el que murió mi abuelo) abriendo un nuevo ciclo renovado, lleno de vida y ganas de pintar por necesidad fisiológica como decía Diego Rivera.
Doy paso a esta serie de retratos de Frida Kahlo, con todo lo que simboliza en mi vida. La pinto inerte, con la mirada retadora, con esa mirada que denota orgullo y ganas de vivir, como alguien que ha vivido mucho, que ha caminado por el mundo que conoce lo bueno y lo malo de la vida, que ha tocado fondo, esos abismos que muchos nos creamos y pocos logramos salir, Frida se muestra llena de color, ataviada con ropa típica Mexicana.
Frida Kahlo "La gran Ocultadora" parte mito parte realidad, idealizada desde el punto de vista plástico y artístico.
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